Alcanzaba una altura de 5 a 6.5 metros en la cadera y una longitud de 25 a 30 metros, tan largo como una cancha de basquetbol.
El ejemplar, que vivió hace 72 o 72 millones de años, fue encontrado en Coahuila. Tenía una cresta de 1.32 metros de largo.
Este ejemplar es un subadulto de 6.3 metros de largo que vivió hace más de 66 millones de años, durante el final del Cretácico.
Antes del impacto, en las selvas tropicales había la misma cantidad de helechos, coníferas y plantas con flor (angiospermas).
Pertenece a una familia de pequeños dinosaurios emplumados comunes en Norteamérica y Asia, pero desconocido hasta ahora en Europa.
Científicos hallaron grandes cantidades de iridio en el cráter en el Golfo de México, el mismo que se ha encontrado en la capa geológica que marca la extinción de los dinosaurios.
Los microbios metabolizaban el sulfato del fluido caliente en la roca porosa. Este escenario pudo ser similar a los orígenes de la vida en la Tierra.
La cola de este depredador es la evidencia de que vivía en el agua. Hasta ahora se creía que sólo había dinosaurios terrestres y algunos voladores.
Las características del Oculudentavis khaungraae indican que es un ave, con gran cantidad de dientes, más pequeña que el colibrí abeja.
Hasta ahora, solo se han encontrado restos de 11 ejemplares de estos saurópodos. Entre ellos, hallar un húmero es aún más raro.