Una “fiesta Covid” para promover la inmunidad de rebaño es una mala idea porque no conocemos del todo el comportamiento de esta enfermedad emergente.
Sobre la inmunidad de rebaño, Michael Ryan, director ejecutivo del Programa de emergencias sanitarias de la Organización Mundial de la Salud (OMS), dijo hace unos días que este concepto se usa normalmente para referirse a la vacunación masiva.
Este jueves circuló en redes sociales un audio de una presunta invitación a una “fiesta Covid”, con la idea de que convivan personas sanas con personas infectadas con el virus SARS-CoV-2, causante de una pandemia que ya ha cobrado 310,995 vidas en todo el mundo, de acuerdo con Worldometer.
Al promover activamente los contagios, señala la voz femenina del audio, se avanzaría en la generación de una inmunidad de rebaño, o inmunidad colectiva.
Aún estamos entendiendo al SARS-CoV-2
Nada garantiza que todas las personas que se contagien deliberadamente en una reunión de este tipo superarán el Covid-19. Tampoco es seguro que no les queden secuelas, y menos certeza se tiene de que desarrollen inmunidad ni de cuánto durará en caso de ocurrir.
Otros virus, como la gripe, mutan con el tiempo, por lo que los anticuerpos de una infección previa brindan protección sólo por un corto período. Para la gripe, esto es menos de un año, según explica la Universidad Johns Hopkins.
Si el SARS-CoV-2, el virus que causa el Covid-19, es como otros coronavirus que actualmente infectan a los humanos, “podemos esperar que las personas que se infecten serán inmunes durante meses o años, pero probablemente no durante toda su vida”.
Este virus lleva circulando por el mundo apenas cinco meses, se sabe aún muy poco de qué tan graves pueden ser los síntomas que genera y no se tienen tratamientos efectivos.
No ser parte de grupos vulnerables no garantiza superar la enfermedad
Hasta ahora, se considera que si bien cualquiera puede ser contagiado, la edad, el sexo y padecimientos asociados son factores que influyen en la gravedad de los síntomas.
Edad avanzada, sexo masculino y comorbilidades como hipertensión, obesidad y diabetes han sido asociados a manifestaciones graves de Covid-19.
Pero no formar parte de los grupos vulnerables no es garantía de que la infección tendrá una manifestación ligera y, por lo tanto, no es aconsejable el contagio deliberado aún en esta circunstancia.
Además de ponerse en riesgo a sí mismas, las personas que se expongan al virus intencionalmente podrían ser agentes contagiantes muy activos si relajan las medidas de higiene (lavado frecuente de manos y estornudo de etiqueta) y de sana distancia sin pleno conocimiento de su estado de salud.
A propósito de los factores de riesgo, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) creó esta herramienta que considera estas variables para calcular qué tan probable es que se agrave la enfermedad en casos concretos.
Por qué es deseable la inmunidad de rebaño
De acuerdo con la Universidad Johns Hopkins, la inmunidad de rebaño en las comunidades se alcanza cuando una cantidad suficiente de la misma ha sido inmunizada ante alguna enfermedad infecciosa, de modo que se reduce la transmisión y se protege indirectamente a las personas que no han sido inmunizadas, ya sea porque no se les pueda aplicar la vacuna o porque la campaña aún no las haya alcanzado.
“Por ejemplo, si el 80% de una población es inmune a un virus, cuatro de cada cinco personas que se encuentren con alguien con la enfermedad no se enfermarán (y no la propagarán)”.
El porcentaje de personas inmunizadas necesario para alcanzar la inmunidad de rebaño varía dependiendo de la capacidad de transmisión de la enfermedad.
En general, las dos maneras en que se genera la inmunidad son por la vacunación y por contraer la enfermedad.
El sarampión, las paperas, la poliomielitis y la varicela son ejemplos de enfermedades infecciosas que alguna vez fueron muy comunes, pero que ahora son poco frecuentes gracias a que las vacunas ayudaron a establecer la inmunidad de rebaño.
La ventaja de la vacunación es que genera la inmunidad sin la necesidad de padecer la enfermedad.
En el caso del Covid-19, los riesgos de contraer la enfermedad son demasiado altos como para considerar esta opción viable, pues no se sabe con qué gravedad atacará al organismo y aún no se tienen tratamientos efectivos.
Pero sabemos que aún no existen vacunas, que serían el método más seguro para adquirir la inmunidad de rebaño. Entonces, ¿qué sigue?
Generar inmunidad de rebaño con el menor número de pérdidas
En espera de las vacunas que ayuden a la inmunización masiva, por ahora el único camino hacia la inmunidad de rebaño es el del contagio, altamente riesgoso y potencialmente letal.
Entre más acelerados sean los contagios, mayores son las probabilidades de que una enorme cantidad de casos graves colapsen los sistemas sanitarios y muchos de ellos tengan desenlaces fatales.
Esto es lo que pasaría si se permitiera el avance natural de la enfermedad sin ninguna intervención de salud pública.
Por el contrario, si se reduce su ritmo a lo más lento posible, habrá cabida en los hospitales para casos graves que se vayan presentando poco a poco y así reducir al máximo la pérdida de vidas.
Esta ralentización en el avance de la enfermedad es lo que se conoce como aplanar la curva, y es hacia donde se han orientado los esfuerzos de la mayoría de las autoridades sanitarias de cada país.
Con un avance más lento de la enfermedad, la inmunidad de rebaño tarda más en llegar, pero con menos casos graves y menos muertes.
Estas medidas se basan en la sana distancia y la higiene, y es probable que al ser las más efectivas ante enfermedades emergentes, hayan llegado para quedarse y formar parte de la nueva normalidad.
Crédito de foto de portada: ktphotography / Pixabay.
Fuentes:
Universidad Johns Hopkins: https://bit.ly/2y7j9Lu
Organización Mundial de la Salud: 1)https://bit.ly/3637s5d 2)https://bit.ly/3fTWvaD
Worldometer: https://bit.ly/3cPsjv6
Independent: https://bit.ly/3g1AAyr