Colocado en órbita desde la Estación Espacial Internacional, realizó un enlace con la constelación de satélites denominada GlobalStar.
El primer nanosatélite hecho en México ha conquistado el espacio y hace historia. Probará la intercomunicación satelital con la constelación GlobalStar.
El dispositivo mexicano viajó en una cápsula Dragon junto con dos toneladas y media de suministros.
Aunque es el primero en su tipo, sería el segundo satélite de fabricación mexicana, después del UNAMSAT-B, que estuvo en órbita en 1996.